martes, 25 de febrero de 2014

FARSA

 
Mi amigo el maestro don Xavier Garcia hace en su imprescindible blog burla con mucha gracia del reino del Maestrazgo. Y tiene toda la razón, por supuesto.
El reino del Maestrazgo no es más que una parodia que intenta ser divertida. Supongo que sin conseguirlo.
Y es que es tan serio y tan creíble como algunos otros reinos y órdenes que pueblan estos lares virtuales y que han dado lugar a millones de pulsaciones reflejadas en sesudos textos que habitan en la red. 
Como si de las parábolas del Maestro que nos han trasmitido las escrituras se tratara propongo un repaso:
El reino del Maestrazgo posee la misma credibilidad que un imaginario reino que fuera hoy un Estado de Europa oriental, que por supuesto no tuviera rey como ferviente descendiente del imperio soviético. Y que no obstante, el heredero de los antiguos monarcas otorgara desde el exilio títulos nobiliarios con nombres exóticos a sus fieles y que hubiera incluso recreado la orden del refresco inconcluso.
El reino del Maestrazgo posee igual seriedad que una supuesta orden de san Job. Orden que dijera descender de los caballeros jobititas de tiempos de las cruzadas. Las fiestas que hicieran serían magníficas: Se uniformarían los asistentes de frac abigarrado de multitud de metal en la pechera de otras órdenes similares, o de almirante de no se sabe qué armada civil, o con una parodia del uniforme de etiqueta del ejército y se comportarían, muy estirados, como si de una recepción en el palacio de la corte vienesa del XIX se tratara, pero con más porcentaje de alcohol en sangre. Por supuesto, sus ceremonias deberían realizarse en antiguos templos que ya no lo fueran. No habría quien les diera acomodo. Demasiado disfraz y opereta.
El Maestrazgo independiente trasmite la misma confianza que los clubes que exigieran para su ingreso descender de los más preclaros próceres del Antiguo Régimen. Clubes que mantendrían hábitos que no les correspondieran porque ni la Iglesia les conferiría ya apoyo y cuyos miembros se titularan gran chambelán, gran llavero, gran ecónomo, gran… pretendiendo descender de los antiguos próceres pero que recordaran a  los actuales cómicos con sus disfraces.
El reino del Maestrazgo es similar también a unas imaginarias asociaciones culturales con nombres variopintos y estrambóticos que remedaran academias de verdadero prestigio, que se abrogaran derechos para pontificar sobre materia heráldica y nobiliaria cuando sus integrantes demostraran un único interés: la exclusiva genealogía propia.
El reino del Maestrazgo tiene, igualmente, la misma entidad que unos imaginarios reinos del cono sur que se permitieran hasta crear toda una caterva de condecoraciones a cual más vistosa y rimbombante.
Todas estas comparaciones con entidades que no existen se encierran en dos: amarás la parodia que pretende ser el reino del Maestrazgo sobre todas las farsas y a la diversión como a ti mismo.