miércoles, 15 de enero de 2014

IMÁGENES HERÁLDICAS

Imagino que no soy el único al que le sucede. Voy almacenando fotografías que encuentro en la red relacionadas con la heráldica en general, en ocasiones de forma muy tangencial, y después olvido que quería comentar algún detalle, algún aspecto que aparecía en la instantánea. Así que hoy, improbable lector, rescataré algunas y se las iré mostrando. Vamos allá:
Desde el fallecimiento en 2005 de don Vicente de Cadenas y Vicent, cuyas armas fueron las que siguen,
en estos reinos que se llaman en conjunto España no se acredita rey de armas alguno de forma explícitamente  legal. Pero es posible registrar armerías: 

El marqués de la Floresta y vizconde de Ayala en el reino de España, conde del Beneplácito Heráldico en el reino del Maestrazgo, timbra su papel para certificaciones de armas particulares con un sello que rodea la señal del castillo con la leyenda “Castilla rey de armas”,
Aunque su validez no es aceptada por el conjunto de la comunidad heráldica.
El maestro de Montells de la misma forma, certifica armerías particulares en su calidad de juez de armas del priorato de España de la orden de san Lázaro.


Incluso ha añadido  a su distinguido blasón la corona de rey de armas y los bastones de su oficio heráldico.
Corona de rey de armas que el excepcional dibujante heráldico don Carlos Navarro Gazapo ha añadido igualmente a las del afamado heraldista hispano-francés don Pierre de Losada en un soberbio diseño.
Corona que me he apresurado a añadir a mis propias armas, no vaya a ser que alguna autoridad soberana me sorprenda con el nombramiento y no me encuentre preparado para tal eventualidad. (Evidentemente es una nota de humor).
El citado más arriba don Vicente de Cadenas certificó las armas del conde del Real de la Mora en el reino del Maestrazgo, don Ángel Mora Blanco.
Armas que se blasonaron en su día en aquel tedioso blog de heráldica y que guardan un parecido razonable con las que he rescatado de la red de un caballero de la orden de Malta, católico a pesar de ser súbdito de la reina de Inglaterra,
que se certificaron a través del colegio heráldico de aquel reino.
Esa orden de Malta que acabo de citar es, salvo mejor noticia, el único caso de Estado extraterritorial.  El palacio que ocupan en Roma, espacio exiguo verdaderamente perteneciente a un país extranjero dentro de la ciudad,
atesora una importante colección de armerías expuestas en uno de sus muros cuya imagen se pospone a estas líneas.
En cualquier caso, a pesar del panorama expuesto ayer mismo en nuestra Iglesia, todavía los obispos gastan armas. Uno de los más cercanos a las personas de los dos papas actuales, el emérito y el reinante, monseñor Gaenswein, que ocupa el puesto de prelado de la casa pontificia, mantiene la tradición multisecular de partir las armas del papa al que sirve con las suyas propias. Así ha ostentado, por orden, las que siguen:
El cardenal Lanza di Montezemolo, quien dispusiera la mitra timbrando las armas de Benedicto XVI propuso, hace ya algunos meses, las nuevas que debería adoptar siendo emérito. Retiraba el ornamento exterior de las llaves puestas en aspa, para añadirlas al interior de la boca del escudo en un jefe de gules.
Otro escudo episcopal ha llamado recientemente mi atención. 
El que eligiera el prelado del que fuera imperio del Brasil don Antonio Rossi Keller.
Armas que son totalmente coincidentes con las que identifican al brazo sacerdotal de la prelatura del Opus del Único.
Y volviendo al asunto de las corporaciones nobiliarias, qué es a fin de cuentas la orden de Malta sino una agrupación de privilegiados, expongo a continuación, y con esto ya concluyo, algunas imágenes de uno de los recientes capítulos de la orden de Infanzones de Yllescas.




Efectivamente, improbable lector, se ha utilizado en la sala capitular la ornamentación basada en la heráldica de sus miembros. Un acierto. Con regusto arcaico.