sábado, 4 de enero de 2014

ALGUNAS CASA NOBLES XII: EL MARQUESADO DE DEL BOSQUE

Ha dado mucho que hablar este título. Nadie en su sano juicio duda de la valía personal del actual y I poseedor de la merced. 
Sin embargo, los medios de comunicación han hecho alarde de falta de modales criticando sin piedad la concesión nobiliaria. Carecen de razón.
Hoy el deporte es una importante faceta social. El fútbol es el deporte rey. Y el fútbol mueve a las masas. España entera, aún los no seguidores de la selección española, ante los triunfos en Eurocopas y Mundial han tomado como propias las victorias. El título tenía todo el sentido de premio, de reconocimiento desde la más alta instancia del Estado, al esfuerzo de unos jugadores que han aupado a España hasta el mayor éxito deportivo. 
Si acaso, lo único criticable, como ya se expuso en su momento en aquel tedioso blog de heráldica, quizá haya sido la elección de la denominación de la merced. La aliteración no deseada, no pretendida, al unir “de” con “del”, resulte malsonante.
Como también se dictó, de haberse mantenido la costumbre del siglo XIX de adoptar como denominación de los títulos el apellido del primer poseedor precedido de las palabras “Casa de”, hubiera llamado a la mofa generalizada al recordar el conjunto “el marqués de la casa del bosque”, a un cuento de Perrault.
Para concluir, reseñar que don Vicente del Bosque no ha adoptado, salvo mejor noticia, armerías que lo identifiquen. Se propuso en su momento, quiero recordar que por parte del marqués del Real Blasón del reino del Maestrazgo, don Fernando Martínez Larrañaga, un acertado diseño: En campo de oro, un bosque de sinople, con escusón de gules cargado de una estrella de cinco puntas de oro.