lunes, 23 de septiembre de 2013

VUELVO A ABURRIRLE, IMPROBABLE LECTOR


Como sin duda adivinó hace ya tiempo, improbable lector, a mí lo que me gusta es escribir. La heráldica también me atrae, sin duda, pero es realmente una excusa para poder sentarme a contar algo.

Sí, ya lo había usted deducido, sagaz lector. Efectivamente, de ahí las tediosas y larguísimas introducciones del blog de heráldica: sólo por el placer de redactar;  para después concluir con tan solo el escudito de un pueblo, además bastante insulso: la excusa.
Así que como me gusta escribir, me voy  a conceder ratos de verdadero esparcimiento redactando un blog sobre los temas que nos convocan en estos lugares virtuales, que según me explicó mi confesor (de la Obra, naturalmente) la caridad bien entendida empieza por uno mismo.



Cambio el título, altero la dirección, mudo la cabecera, modifico en fin los accidentes porque me prometí que no volvería a escribir en aquel tedioso blog de heráldica. Pero eso sí, el contenido permanecerá intacto: tedio. Mucho tedio.