sábado, 28 de diciembre de 2013

EQUÍVOCO PRETENDIDO

No soy jurista, pero sé que existe una ley que impide vestir tres prendas militares (si no se es militar, claro). Se trata de una ley que quiere impedir la existencia de grupos paramilitares. 
La asociación denominada reales tercios ¿no incumple esa ley? En la imagen que sigue aparece un individuo que parece un General del Ejército de Tierra, pero que no lo es.
Porta el uniforme de etiqueta, porta condecoraciones o distintivos o lo que quiera que sean y hasta fajín rojo de general. Pero no es otra cosa que un miembro de esa asociación denominada reales tercios. Parece lo que no es.

En las fotos que siguen se advierte de nuevo la farsa. Personas que se pueden confundir perfectamente con militares españoles vestidos de etiqueta. Pero que no lo son.
Para justificarse supongo que explicarán que existen diferencias entre ambos uniformes. Seguro que sí. Pero lo que no es de recibo es que pretendan dar lugar a la confusión. 
Y siguiendo con la idea, la instantánea que sigue muestra a un verdadero militar, un general de brigada, a quien acompaña el marqués consorte de Almazán, que ostenta la jefatura de los lazaristas, quien también se uniforma. De san Lázaro, supongo. 
 Y que también dispone sus divisas en la bocamanga. 

¿Por qué ese afán de unos y otros de dar lugar al equívoco? Quizá frustración ante lo que de verdad se es; quizá frivolidad; quizá falta de respeto hacia los militares; o quizá todo lo anterior.